La soledad es estar a solas y enfocar tus pensamientos en Dios. La soledad es donde nos encontramos con Dios cara a cara – el lugar donde mejor podemos escuchar su voz. Aunque a menudo pensamos en la soledad como algo que se practica en los largos días de retiro, es una disciplina que podemos practicar a diario.
Si la soledad es nueva para ti, comienza con 15 minutos. Siéntate cómodamente en un lugar tranquilo, libre de distracciones. Respira profundamente, reten la respiración durante un conteo de 4, y libera lentamente. Imagínate a ti en la presencia de Dios. Pídele a Dios que te permita conocer su presencia. Escucha los susurros del Espíritu.
La soledad puede ser practicada incluso en un estilo de vida ocupado/atareado. Considera la posibilidad de tener regularmente un momento de soledad con Dios. Apaga la radio y enfoca tus pensamientos en Dios. Escucha su voz. Si haces este ejercicio regularmente, esto puede ser un momento de soledad con Dios. Se creativa para encontrar tiempo a solas con Dios cada día.
Lee I Reyes 19. Este encuentro tiene lugar justo después de la poderosa experiencia con Dios de Elías en el monte Carmelo, donde fueron derrotados los profetas de Baal. Sin embargo, Elías se siente solo, asustado y abatido, hasta el punto de querer morir.
Lee los versículos 1-9. Ten en cuenta el estado mental de Elías y la duración de su viaje solo.
Lee los versículos 9-13. Reflexiona sobre la conversación entre Dios y Elías. Imagínate las expectativas y reacciones de Elías a cada una de las manifestaciones del poder de Dios . Anota tus pensamientos.
Lee los versículos 13-18. ¿Cómo Dios responde a las palabras de Elías? Anota tus reflexiones.
Lee los versículos 19-21. ¿Cómo responde Elías? Considera un momento en que te sentiste sola – como que el mundo estaba en tu contra e incluso Dios te había abandonado. ¿Qué esperanza encuentras en esta historia?
Ora: Gracias Dios por estar en la soledad.
Sepa que no está viajando sola.