Propósito – Reflexionar sobre la tendencia humana de aferrarse y controlar – en relaciones, planes, vida diaria, emociones, expectativas, etc. Contemplar no tener el control.
El Método Ignaciano de estudio Bíblico nos compromete en la historia desde diferentes perspectivas. A través de la lectura cada vez se te pedirá leer la historia desde la perspectiva de un personaje diferente. Antes de cada lectura toma un tiempo para preparar tu estado de ánimo. Esto te ayudara a entrar en la piel del personaje – quién es ella y cómo los eventos la afectan en su vida.
Lectura 1: Sara (Sarai y Abram en Génesis 16 son los mismos Sara y Abraham en Génesis 21).
Preparación
Encuentra un lugar cómodo, solitario, preferiblemente en la naturaleza o desde donde puedas ver hacia afuera. Toma nota de tus alrededores – las vistas, los sonidos, las sensaciones del movimiento del aire, los olores. Cierra tus ojos y respira profundamente. Permítete sentarte en el abrazo del creador por unos momentos en un descanso tranquilo.
Abre tu Biblia en los siguientes pasajes: Génesis 16:1-15 y Génesis 21:1-21.
Tú eres la esposa de Abram, a quien a la edad de 75 Dios le dijo que sería el padre de una gran nación. La promesa a tu esposo fue bien clara, que este niño daría lugar a descendientes tan numerosos como la arena del mar. Dios le dijo a Abram repetidas veces que sus descendientes heredarían toda la tierra de Canaán.
Ya pasaste tu edad fértil, y nunca has podido quedar embarazada – tu eres estéril.
En esta época, es una práctica común para una mujer en tu posición darle la esclava personal a tu esposo para procrear un hijo. Cualquier niño nacido de esta unión les pertenecería a ti y a tu esposo, aunque la madre biológica todavía estaría involucrada en la crianza del niño.
Cuando Abram habla contigo de sus encuentros con Dios – la promesa de un hijo, un heredero, y la promesa de que muchos de sus descendientes heredarían toda la tierra que podían ver – ¿cómo te sientes?
Lee Génesis 16 y 21:1-21 desde la perspectiva de Sarah.
Usa estas preguntas para guiarte a través de las lecturas, pero no te sientas obligada a contestar todas ellas.
- ¿Qué dicen estos recuentos sobre tu relación con tu esposo?
- ¿Cuáles son tus sentimientos hacia él? ¿Cuáles son tus preocupaciones?
- ¿Cuáles son las expectativas que tenias cuando comenzaste este proceso?
- ¿Cuáles conflictos surgieron? ¿Con Abraham? ¿Con Agar? ¿Con Dios? ¿Dentro de ti misma?
- ¿Cómo te cambio la vida cuando nació Ismael? ¿Cómo cambio tu perspectiva? ¿Tus relaciones?
Escribe un párrafo sobre tu experiencia como Sara. ¿Qué ideas has obtenido sobre el control, el deseo, el temor, la confianza, y sobre el proceso de soltar? (5 min.)
Lectura 2: Agar
Preparación Toma un breve descanso para aclarar tu mente. Ponte de pie, camina unos pasos, toma agua, o cambia tu posición sentada/acostada.
Tu eres una mujer egipcia – la esclava personal de Sarai, la esposa de Abram. Cuando comienza esta historia Sarai y Abram han vivido en Canaán alrededor de diez años. La historia abarca más de 18 años.
Lee Génesis 16 y 21:1-21 desde la perspectiva de Agar.
Usa estas preguntas para guiarte a través de las lecturas, pero no te sientas obligada a responder a todas ellas.
- ¿Qué revelan estos recuentos acerca de las relaciones con Sara, con tu ama? ¿Con Abraham?
- ¿Qué esperanzas tenias durante esta experiencia?
- ¿Cómo cambia tu vida cuando conoces a Dios? ¿Cuándo nace Ismael? ¿Cuándo eres enviada lejos? ¿Cuándo escuchas la voz de Dios otra vez?
- ¿Cuáles son los conflictos que se han producido? ¿Con Sara? ¿Con Abraham? ¿Dentro de ti misma? ¿Con Dios? ¿Con Ismael?
Escribe un párrafo acerca de tu experiencia como Agar. ¿Qué ideas has obtenido sobre el control, el deseo, el temor, la confianza, y el proceso de soltar? (5 min.)
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Reflexiona
Mientras consideras la experiencia de Sara y Agar, reflexiona en estas preguntas:
- ¿Qué necesito soltar para darle espacio a Dios para que comience algo nuevo?
- ¿Qué necesito poner a un lado o dejar atrás para poder estar abierta a los nuevos dones de la gracia?*
- ¿Cuáles limitaciones hay en mi vida cuando me aferro al control, a las relaciones, a las expectativas, y a los resultados deseados?
- ¿Cuáles son las cosas a las que estoy aferrándome con demasiada firmeza? Haz una lista.
Ora Sostén tu lista en tus manos. Léesela a Dios, pidiendo dirección y voluntad para desengancharte de las cosas que necesitan ser soltadas.