Salmo 100
1 ¡Aclamen con alegría al Señor, habitantes de toda la tierra! 2 Adoren al Señor con gozo. Vengan ante él cantando con alegría. 3 ¡Reconozcan que el Señor es Dios! Él nos hizo, y le pertenecemos; somos su pueblo, ovejas de su prado. 4 Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza. Denle gracias y alaben su nombre. 5 Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación.
En los Estados Unidos tenemos la tradición de dedicar el cuarto jueves de noviembre como un día de Acción de Gracias. En el hemisferio norte es el momento en que el producto de la tierra ha sido cosechado y el invierno arduo no ha comenzado todavía. En el hemisferio sur, es el momento en que la belleza de la creación de Dios es evidente en el nuevo nacimiento de la primavera y el calor del verano está cerca.
Dondequiera que vivamos, independientemente de la lengua que hablamos, es bueno dejar a un lado un día para deleitarse con el esplendor del mundo creado por Dios para que nosotros lo habitáramos.
Al leer el Salmo 100, pasa algún tiempo reflexionando sobre lo que significa pertenecer al Señor y ser los destinatarios de su amor inagotable que continúa para siempre.
Y da gracias, porque el Señor es bueno!