Grandeza de Dios

Meditando sobre la Creación

Dios se revela a nosotros, no sólo a través de la Palabra, sino también a través del mundo que ha creado. Otra forma de meditación es la meditación sobre la creación.

• Sal a caminar o siéntate en una ventana y concéntrate en el mundo que Dios ha hecho.
• Gira toda tu atención a los detalles de una hoja o una flor, o incluso una brizna de hierba.
• Cierra los ojos y escucha el canto de los pájaros, el parloteo de las ardillas, o el gorgoteo del agua.
• Considera el increíble nivel de detalle y la atención dada a cada ser viviente y el medio ambiente para sostener esa vida.
• Siéntate en silencio y absorbe la majestad de Dios.

Para continuar la comparación con los niños que quieren ser como un padre, aprender sobre el mundo de Dios sería comparable a una niña que pasa el día con su padre en el trabajo. ¿Qué es lo que hace todo el día? ¿A qué se dedica? ¿Cómo hace eso? Incluso ella puede llegar a la conclusión de que lo hace para proveer para ella y su familia. Al meditar en la creación, podemos llegar a un mejor entendimiento de quién es Dios, así como el amor y el cuidado de cada uno de nosotros de Dios.

Lea el Salmo 8. Contempla cada elemento que aparece en los versículos 3 al 8, de los cuerpos celestiales a los seres terrenales. Medita en la yuxtaposición de la grandeza de Dios y la relativa pequeñez de la humanidad. Encuentra consuelo en el hecho de que este gran Dios te hizo, te cuida, te provee, te ama y te ha redimido. Se agradecido.