En los últimos capítulos del libro de Isaías , el profeta ofrece esperanza para el pueblo de Dios. Le muestra que la luz que busca y anhela ya viene. No tiene que seguir viviendo en la oscuridad y el miedo, pero para ver la luz , se necesita reconocer la oscuridad del pecado dentro de sí mismo.
Este tiempo de Adviento que nos prepara para celebrar la Encarnación, enfoquémonos en las palabras de Isaías , comenzando con el capítulo 59 . Meditamos en esas palabras para examinar la oscuridad y las sombras dentro de nosotros mismos, y luego entender, a través de las palabras de Isaías, la Luz del Mundo.
Le recomendamos que utilice un diario o un cuaderno para poder profundizar. Se le anima a escribir sus pensamientos y reflexiones, las preguntas que surgen y como Dios le habla a través de la Palabra. En lo que sea posible, le animamos que comparta lo que podría ser útil a otros.
Lectio Divina ( lectio en grupos )
LECTIO:
Lea corrido Isaías 59 para tener un idea general del texto.
Al leer el texto pausadamente de nuevo, enfoque en lo siguiente:
- Versículos 1-2: Escriba el enunciado del problema .
- Versículos 3-8: Forme una lista de las maneras en que el pecado afecta nuestras vidas, observando como satura a nosotros y a los sistemas humanas.
- Versículos 9-11: Redacte en otras palabras el resumen del problema utilizando las imágenes de la oscuridad y la luz.
- Versículos 12-15a: Considere – ¿Cómo reconocemos a nuestros pecados?
- Versículos 15b -21: Enumere las formas específicas en que Dios responde al problema.
MEDITATIO:
Medita en los versículos 1-15a, leyéndolos de nuevo, centrándose en las palabras o frases que le impactan a usted. ¿Cómo penetran a alguna oscuridad en su propia vida?
ORATIO:
Reconozca su papel en el problema de la injusticia, y hable con Dios acerca de las formas específicas en que usted ha reconocido el pecado en su vida. Nombre la oscuridad en su propia vida, consciente que Dios escucha y responde a un corazón abierto.
CONTEMPLATIO:
Lea los versículos 15b-21 de nuevo, enfocándose en las palabras o frases que le hablan a usted. De gracias por la garantía de la salvación, y por la luz que Dios trae a su mundo. Permita que el Espíritu Santo llene su corazón de alegría y esperanza en el conocimiento de que Dios es capaz de transformar la noche más oscura a la luminosidad del día.