Isaías 40:1-11
Preparación: Mientras se prepara para la lectura de hoy, puede ser útil echar un vistazo al mapa topográfico de Israel (muchas Biblias tienen mapas en la espalda), y tomar nota de los terrenos alrededor de Jerusalén. Imagínate el viaje a Jerusalén a través de las escarpadas montañas, desierto seco, desolado y profundos valles escarpados. Estas palabras de esperanza se escriben a una nación en el exilio, a un pueblo que ha sufrido mucho a causa de la desobediencia a Dios.
Lee: Isaías 40:1-11. Al leer el pasaje por segunda vez, subraya o graba las palabras o frases que se destacan en tu caso.
Medita: Reflexiona sobre las palabras o frases que destacaste o anotaste. Repítelas varias veces, imprimiéndolas en tu mente, permitiendo que el Espíritu Santo hable a tu corazón.
Ora: Ora por sabiduría y entendimiento al reflexionar sobre estas palabras. Nótese el contraste entre la fragilidad de la humanidad y el poder de Dios. Sin embargo, este Dios todopoderoso se preocupa por su pueblo como un pastor, nos sostiene cerca de su corazón.
Contempla: Reflexiona sobre lo que significan estas palabras para ti hoy. ¿Cómo afectará tu visión de Dios saber que Él viene, de hecho, ha llegado a través de la persona de Jesucristo, Emmanuel (Dios con nosotros)? ¿Qué medidas concretas puedes tomar hoy para compartir esta esperanza del mundo con alguien que conoces?
Profundiza: Varios de los versículos de este capítulo se citan en el Nuevo Testamento. Para un estudio adicional, leer y reflexionar sobre la historia de Juan el Bautista en Mateo 3:1-12 y las palabras de Pedro en 1 Pedro 1:22-25.