Lección 1, Serie 2 – LECTIO DIVINA SALMO 13

Salmo 13    Nueva Versión Internacional (NVI)

1 ¿Hasta cuándo, Señor, me seguirás olvidando?  ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?

2 ¿Hasta cuándo he de estar angustiado y he de sufrir cada día en mi corazón?  ¿Hasta cuándo el enemigo me seguirá dominando?

3 Señor y Dios mío, mírame y respóndeme; ilumina mis ojos.  Así no caeré en el sueño de la muerte;

4 así no dirá mi enemigo: «Lo he vencido»; así mi adversario no se alegrará de mi caída.

5 Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación.

6 Canto salmos al Señor.  ¡El Señor ha sido bueno conmigo!

Muchos de los Salmos en la Biblia claman a Dios revelando la angustia, la ira, la tristeza o la soledad del autor. Sin embargo, la mayoría de ellos terminan con la esperanza y el reconocimiento de que, independientemente de nuestras condiciones actuales, Dios es fiel y la palabra de Dios es real.

PREPARACIÓN

Antes de comenzar este ejercicio, usted puede leer la página de Lectio Divina en el blog, para una visión general de este enfoque de estudio de la Biblia. Cuando esté listo/a para comenzar, se sienta en un espacio tranquilo y cómodo con su Biblia y el diario o libreta. Cierre sus ojos a medida que toma algunas respiraciones profundas: Inhale lentamente, mantenga por un momento antes de exhalar lentamente. Repita. Pídale a Dios que abra su corazón.

LEER

Lea el Salmo 13 lentamente, escuchando las palabras. Comience a leer por segunda vez, pero esta vez se detiene en las palabras o frases que captan su atención, escribiendo en su diario o subrayando en su Biblia.

MEDITAR

Repita estas palabras o frases una y otra vez, escribiéndolas en su memoria y en su corazón. Escuche al Espíritu Santo y lo que Dios está hablando a través de estas palabras. Anote sus pensamientos.

ORAR

Ore con las palabras del Salmo como su guía. Tenga en cuenta cómo Dios puede estar usando estas palabras para afectar y/o influenciar sus relaciones. Ore por esas relaciones.

DESCANSAR

Descanse por unos momentos en la compañía de Dios, reflexionando sobre la misericordia y la bondad de Dios.